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¿Qué palabra describiría mejor a un jugador que ha ganado siete brazaletes de las WSOP, acumula ya $13 millones en lo que lleva de carrera y ha sido votado en tres ocasiones jugador del año? ¿Campeón, idólo, as, o tal vez leyenda? Si hablamos de Phil Ivey y se le pregunta a él, el jugador se definiría a sí mismo como estudiante del juego.

Uno de los slogans que usa el jugador es “trabajo mi juego en Full-tilt Poker” pero los que le conocen saben que es mucho más que un slogan, ya que esa frase refleja perfectamente su espiritú de superación.

Phil ha modelado su juego durante más de 20 años, accediendo a los casinos de Atlantic City al comienzo de su carrera con una identificación falsa bajo el nombre de Jerome Graham y jugando sesiones de hasta 14 horas. Fue en esta época cuando comenzó a afinar su técnica.

“Cuando juegas mucho al poker ves a los buenos jugadores jugar muchas manos y asumir riesgos. Los jugadores que foldean muchas manos no lo hacen tan bien en comparación; ellos se limitan a sentarse y no arriesgarse. Juego contra los mejores jugadores del mundo continuamente y no puedo permitirme sentarme a la mesa y jugar sólo buenas manos. Tienes que arriesgarte, saber cómo sacar ventaja y cuándo has perdido” comenta Phil.

Phil afirma no haber leido un libro de poker en su vida, pero en realidad nunca ha dejado de estudiar y pulir su juego. En los años 90 formó equipo con John Juanda, Allan Cunningham y Daniel Negranu para debatir sobre estrategia y técnica. Pasaba 90 horas semanales en los casinos jugando al poker y otras tantas online para perfeccionar su juego mientras amasaba su fortuna.

Se le conoce como el Tiger Woods del poker, lo que no le entusiasma, y es que, asegura que no se ve como jugador dominante.

Con los titulos que lleva ganado, su reputación y lo que lleva acumulado en ganancias, debería saber que la comparación es bastante razonable.

Fuente: pokerdiario.com